4/12/2025
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Lali y el documental sobre su vida: autenticidad, síndrome del impostor y sentido vital

En esta nota exploramos los temas más profundos de la entrevista de Lali Espósito en Conversaciones al Desnudo, en el marco del estreno de su documental en Netflix “Lali: la que le gana al tiempo”. Hablamos sobre identidad, autenticidad, salud mental y síndrome del impostor.

Equipo Psi Mammoliti

Una nueva edición de Conversaciones Al Desnudo con Lali 

El estreno de su documental “Lali: la que le gana al tiempo” en Netflix llega acompañado de una entrevista profunda en una nueva edición de Conversaciones al Desnudo, en la que Lali nos regala un momento para hablar acerca de quién es hoy, qué siente, y cómo transita su camino profesional y emocional. Desde el síndrome del impostor hasta el propósito vital, esta conversación nos muestra a la persona detrás del personaje, y nos invita a reflexionar sobre nuestra propia autenticidad.

¿Quién soy, además de lo que hago?

Esta es una pregunta que atraviesa toda la entrevista de Lali Espósito: “¿Qué soy además de mi profesión?”.

Lali reflexiona sobre cómo “el personaje público te termina encerrando y crees que sos eso y nada más”.

Y resalta la importancia de no perder de vista a la red afectiva que contiene, el amor cotidiano de amigos y familiares. Ella menciona algo clave: “No perder de vista el amor de quienes te rodean y te aman por lo que sos”.

Para no quedarse únicamente en el amor de quienes te aman por lo que haces o por la imagen que construyen del personaje.

La autenticidad no es solo mostrarse real, sino poder recordar quiénes somos cuando nadie está mirando

Una nueva edición de Conversaciones Al Desnudo junto a Lali, en el estreno del documental Lali: la que le gana al tiempo

La autenticidad como práctica 

Uno de los grandes temas que atraviesan la entrevista es la autenticidad. Lali no habla de mostrarse “real” como una estrategia de marketing, sino como una necesidad emocional: “Sentirme libre es elegir de verdad, por mí”.

Esa libertad, cuenta, se construye en lo cotidiano, en las decisiones grandes y pequeñas. Es sentir que tienes la potestad en todos los ámbitos de tu vida: en lo profesional, en lo vincular y en ser lo más fiel posible a ella misma.

“Definitivamente no soy ni voy a ser lo que otros quieren que sea”, dice en el documental.

En la entrevista, también habla del destino no como algo dado, sino como una construcción: “El destino es una responsabilidad. También hay azar, pero hay decisión”. Esta visión invita a pensar la vida como una mezcla de elección y entrega, de camino propio y apertura al misterio.

Terapia y propósito vital: ¿para qué hago lo que hago?

Al comienzo de la entrevista, aparece una frase que puede resonar en muchas personas: “Descubrí la vida en terapia”.

Esta reflexión toca un eje esencial del bienestar emocional: el propósito de vida. No como una meta fija o perfecta, sino como una brújula que nos oriente en los momentos de incertidumbre.

El síndrome del impostor no distingue fama ni éxito

Una de las confesiones más humanas de la entrevista es directa: “Lali también tiene síndrome del impostor. Y es uno de los temas que más trabaja en terapia.

Este testimonio rompe un mito importante: creemos que el síndrome del impostor es cosa de gente insegura o sin talento. La realidad es que aparece justamente en personas competentes. ¿Por qué? Porque es el perfeccionismo y la autoexigencia los que lo alimentan. Tu cerebro registra cada crítica, cada estándar que no alcanzaste, mientras "olvida" tus logros. Es una distorsión cognitiva, no una verdad sobre ti.
Cuando alguien como Lali Espósito lo dice en voz alta, está normalizando lo que muchas personas sienten en silencio. Y ese es el primer paso para trabajarlo: ponerle nombre.

Desde Psi Mammoliti, sabemos que ponerle nombre a estas experiencias es el primer paso para trabajarlas. El síndrome del impostor puede abordarse, resignificarse y transformarse con acompañamiento profesional.

Lali nos comparte a la persona detrás del personaje. “Yo también sufro el Síndrome del Impostor”.

El paso del tiempo y la libertad de elegir cómo vivir

El título del documental —“La que le gana al tiempo”— no es solo una frase ingeniosa: es una declaración. En un mundo que juzga el paso del tiempo, sobre todo en las mujeres, Lali propone otra narrativa.

En la canción “33”, canta:

“Y ahora soy yo la que le gana al tiempo
Ya caí, me morí, renací, es mi mejor momento”

Estas líneas condensan un cambio de paradigma: crecer ya no es una pérdida, sino una conquista. Lejos de la nostalgia o la presión de “mantenerse joven”, la artista celebra el presente como una elección consciente.

Reflexión final: lo emocional también se dice en voz alta

El encuentro con Lali no es solo un contenido profundamente rico, sino también un gesto de humanidad. Una mujer que, aun con luces y cámaras encima, elige mostrarse vulnerable, pensar en voz alta, compartir su proceso creativo.

En este artículo encontrarás

Que alguien con su nivel de exposición lo haga, abre caminos para que otras personas también se animen a hacerlo.

Porque detrás del personaje hay una persona. Y detrás de cada una de nosotros y nosotras, también.

“Puede pasarnos de todo, menos no haber disfrutado”, dice Lali. 

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