15/12/2025
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Por qué el fin de año no siempre se vive con alegría (y cómo cuidarte si te sientes triste)

¿Te cuesta disfrutar las fiestas? Descubre por qué el fin de año puede generar tristeza o presión y aprende cómo cuidarte emocionalmente durante esta época.

Equipo Psi Mammoliti

¿Fiestas felices para quién?

A medida que se acerca el final del año, la sensación de cuenta regresiva se intensifica. Diciembre suele venderse como un mes de luces, encuentros, brindis y buenos deseos. Para muchas personas, fin de año significa alegría, reencuentros y cierre de ciclo. Pero para otras, las mismas fechas pueden generar tristeza, nostalgia o ansiedad.

El mismo ritual —decorar un árbol, compartir una cena, vivir la expectativa colectiva— puede sentirse como celebración o como recordatorio de lo que falta. Todo depende de lo que cada uno carga adentro.

Quizás terminas diciembre rodeado de risas, abrazos y fotos. O tal vez vivís un silencio incómodo, comparaciones, ausencias… o simplemente indiferencia.

Y está bien. Ambas vivencias son válidas.

Las fiestas de fin de año pueden generar alegría en algunas personas y tristeza o ansiedad en otras.

¿Por qué me siento mal si todos parecen disfrutar?

Hay muchas razones por las que el fin de año puede activar emociones difíciles. Algunas son externas, como la presión social o los mandatos familiares. Otras son internas, como la pérdida de un ser querido o el balance emocional del año.

  • Pérdidas o ausencias. Para quienes han perdido seres queridos, diciembre puede reactivar la ausencia y el dolor.
  • Expectativas vs. realidad. Las redes sociales muestran familias felices, regalos, viajes —y eso puede generar envidia o sensación de fracaso si la propia experiencia es distinta.
  • Balance emocional del año. Si viviste crisis, rupturas, desempleo, puede costarte “celebrar” como si nada hubiera pasado.
  • Presión social. La idea de que tenés que estar feliz, agradecido, productivo, generoso. Eso puede generar culpa si no se siente así.
  • Soledad o desconexión. Muchos están lejos de sus familias; otros carecen de red afectiva; para esas personas, las fiestas pueden acentuar la soledad.

¿Team fiestas o modo Grinch?

No hace falta pertenecer a un “equipo”. No necesitas elegir. Puede que ames armar el árbol y, al mismo tiempo, extrañes profundamente a alguien.

Las emociones del fin de año no son lineales. Pueden convivir la gratitud con la tristeza, el entusiasmo con la nostalgia.

Lo que importa es que te preguntes con honestidad: ¿Qué necesito este diciembre? ¿Qué me hace bien a mí?

Buscar conexión auténtica es una de las formas de transitar las fiestas si no te gustan o te generan tristeza

¿Cómo transitar las fiestas si no te gustan o te generan tristeza?

Si este diciembre no estás en modo “festejo”, hay muchas formas de cuidarte y resignificar la fecha. Estas ideas pueden servirte:

  • Crea tu propio ritual. Si las fiestas tradicionales no te resuenan, creá tu propio cierre: puedes encender una vela, cocinar algo rico, escribir una carta de cierre de año.
  • Diseña tu noche. Puedes optar por una película que te guste, un baño de espuma, una playlist especial, tu trago favorito. Lo importante es que sea tu plan.
  • Regula tu consumo de redes sociales. Si ver las celebraciones de otros te afecta, limita el tiempo en pantalla o evita ciertas cuentas. No todo lo que se muestra es real.
  • Busca conexión auténtica. No tiene que ser una gran reunión: un mate con un amigo, una videollamada, un mensaje honesto. A veces, lo pequeño pesa más.
  • Date espacios de pausa. Salir a caminar, estirarte, tomarte unos minutos a solas cuando lo sientas necesario, son microgestos que pueden ayudarte a procesar emociones.
  • Permítete sentir. Si estás triste, enojado o sensible, no lo niegues. No hay obligación de estar feliz.
  • Si lo necesitas, pide ayuda. Hablar con un amigo, un familiar o un profesional no es signo de debilidad, sino de autocuidado.

Si no sabes por dónde empezar, tenemos un recurso que puede ayudarte a transitar las fiestas en calma.

Reflexión final: tu forma de cerrar el año también vale

Este fin de año no tiene que parecerse a lo que “debería ser” ni tampoco tienes que celebrarlo a lo grande. No necesitas luces, brindis, regalos, fiesta ni fotos. Lo importante no es cómo cierren los demás. Lo importante es cómo cierras tu.

En este artículo encontrarás

¿Qué pequeño gesto podrías regalarte este año para despedir diciembre con más calma y menos presión?

Porque al final, lo que cuenta no es el adorno, sino tu sentir.

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