20/10/2025
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Qué es la positividad tóxica y cómo afecta tu bienestar emocional

Descubre qué es la positividad tóxica, cómo identificarla y qué hacer para cultivar un bienestar emocional realista, auténtico y saludable.

Equipo Psi Mammoliti

¿Alguna vez sentiste que debías sonreír incluso cuando algo dentro tuyo no sentía lo mismo?
En una cultura que celebra la motivación constante y el "todo va a estar bien", es fácil caer en la trampa de creer que ser positivo todo el tiempo es la única manera de estar bien. Pero cuando esta actitud se impone sin espacio para las emociones difíciles o que mal llamamos “negativas o desagradables”, puede transformarse en lo que se conoce como positividad tóxica.

Aunque nace de una intención válida —el deseo de sentirse mejor y de verle la parte buena a las cosas—, la positividad tóxica puede terminar invalidando nuestras emociones y generando más daño que bienestar. En este artículo exploramos qué es, cómo identificarla y qué hacer para encontrar un equilibrio emocional realista y saludable.

¿Qué es la positividad tóxica y cómo se diferencia de la positividad saludable?

La positividad tóxica es la tendencia a mantener una actitud positiva a toda costa, incluso cuando la situación requiere procesar emociones como el enojo, la tristeza o el miedo. En lugar de permitirnos sentir lo que necesitamos sentir, se impone la “buena cara” como mandato.

Esto no significa que la positividad sea negativa en sí misma. De hecho, la psicología positiva, impulsada por Martin Seligman, ha demostrado los beneficios de cultivar emociones como la gratitud y la esperanza. Según la psicóloga Barbara Fredrickson, las emociones positivas nos ayudan a ampliar nuestros recursos personales a largo plazo.

El problema aparece cuando ese enfoque se vuelve extremo y excluye toda emoción incómoda, promoviendo un estado constante de “luz mental” artificial.

Exceso de optimismo y positividad tóxica: la obligación de mostrarse feliz siempre.

¿Por qué la positividad tóxica puede ser dañina para tu bienestar emocional?

La positividad tóxica niega los matices emocionales que forman parte de la experiencia humana. Frases como:

  • “Todo pasa por algo”
  • “Podría ser peor”
  • “Tienes que ver el lado bueno de las cosas”

...pueden parecer inofensivas o estar dirigidas con buena intención, pero en contextos difíciles invalidan el dolor propio o ajeno, impidiendo procesar lo que realmente sentimos. Esto puede provocar:

¿Qué hay detrás del optimismo forzado?

En redes sociales, ambientes laborales o incluso relaciones personales, la obligación de estar bien se transforma en una carga emocional. La exigencia constante de mantener una actitud positiva puede:

  • Invisibilizar el malestar emocional real
  • Reflejar un ideal inalcanzable de felicidad permanente
  • Generar una autoexigencia que debilita la salud mental

Como dice el escritor estadounidense Mark Manson: "Cualquier intento de escapar de lo negativo -evitarlo, sofocarlo o silenciarlo- fracasa. Evitar el sufrimiento es una forma de sufrimiento. La negación del fracaso es un fracaso".

7 señales de que puedes estar cayendo en la positividad tóxica

Estas actitudes pueden ser una alerta:

  • Ocultas o enmascaras tus verdaderos sentimientos.
  • Ignoras emociones difíciles bajo la idea de "seguir adelante".
  • Te sientes culpable por sentir tristeza, enojo o ansiedad.
  • Minimizar lo que otros sienten con frases motivacionales.
  • Ofreces consuelo sin validar primero (“podría ser peor”).
  • Criticas a quienes expresan emociones negativas.
  • Reprimes tus propias molestias pensando: "es lo que es".

Aceptar lo que sentimos es el primer paso para sanarlo. No puedes trabajar en tus emociones si antes no las reconoces.

Ejemplo de positividad tóxica en terapia: enseñar que todas las emociones son válidas.

Cómo salir del círculo de la positividad tóxica

No se trata de eliminar el optimismo, sino de permitirnos habitar toda la gama emocional con consciencia, compasión y realismo.

Aquí tienes algunas herramientas prácticas que pueden ayudarte:

  1. Permítete sentir. Reconocer emociones incómodas es parte de tu salud emocional.
  2. Evita los mandatos internos. No siempre tienes que estar bien.
  3. Adopta una mirada realista. Pensar en positivo no implica negar la realidad.
  4. Cuida tu lenguaje interno. Decirte “todo estará bien” sin convicción puede ser contraproducente.
  5. Cuestiona el ideal en redes sociales. Lo perfecto no siempre es real. Y no todo lo que vemos en redes es real.
  6. Practica mindfulness. Observar tus pensamientos sin juzgarlos puede ayudarte a comprenderte mejor.
  7. Elige con quién compartir tus emociones. Busca vínculos seguros.
  8. No confundas gratitud con negación. Puedes estar agradecido y a la vez sentirte mal.
  9. Desarma el “si quieres, puedes”. No todo depende solo de la voluntad.
  10. realista. No es posible ser feliz todo el tiempo. Y está bien.

Reflexión final: Ser humanos, no perfectos

La positividad tóxica nos aleja de nuestra autenticidad. Nos exige bienestar constante, haciéndonos sentir que la tristeza, enojo o miedo son un error que debe erradicarse. Pero las emociones no se dividen en buenas o malas: todas tienen una función y nos ofrecen información valiosa sobre lo que necesitamos.

Aceptar toda la gama emocional es un acto de autoconocimiento y de salud mental.

En este artículo encontrarás

Cuando dejamos de perseguir una felicidad permanente y comenzamos a aceptar la impermanencia de lo que sentimos, encontramos algo mucho más real que el optimismo forzado: la posibilidad de vivir con presencia, coherencia y humanidad.

¿Cómo cambiaría tu vida si aprendieras a ver cada emoción como una aliada, no como una enemiga?

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