Sobreprotección y miedo en la maternidad: lo que refleja el libro Distancia de rescate
El miedo a que algo malo le pase a un hijo puede llevar a una maternidad sobreprotectora y ansiosa. Qué es la hipervigilancia y cómo criar sin miedo.

Equipo Psi Mammoliti
.webp)
Parte del rol de una madre es guiar y acompañar, intentando proteger y anticipar peligros. ¿Qué pasa cuando ese cuidado se convierte en miedo constante? Muchas mujeres viven imaginando escenarios catastróficos y cargando con la sensación de que algo malo podría pasar en cualquier momento.
La escritora Samanta Schweblin, en su libro Distancia de rescate, retrata con crudeza ese hilo invisible que une a una madre con su hija, siempre tenso, siempre al borde de romperse. Aunque se trata de una historia de ficción, refleja una realidad: la sobreprotección y la hipervigilancia materna, que afectan tanto a madres como a hijos.
En esta nota exploramos qué hay detrás de ese miedo, cómo reconocer cuando el cuidado se vuelve sobreprotección, y qué herramientas pueden ayudarnos a criar sin que la ansiedad marque cada paso.
.webp)
Cuando el cuidado se transforma en miedo
En muchos casos, la crianza se vive con un miedo que nunca se apaga: la sensación de que en cualquier momento algo malo puede suceder. Esta ansiedad anticipatoria lleva a un estado permanente de alerta.
El problema es que permanecer en esta situación no solo agota emocional y físicamente, sino que también impacta en el vínculo con los hijos. Aparece la culpa por no poder relajarse, la necesidad de controlarlo todo y la dificultad para disfrutar momentos cotidianos.
En la novela Distancia de rescate, Samanta Schweblin plasma esta tensión a través del concepto del “hilo invisible”: una conexión metafórica entre madre e hijo que se tensa cuando hay peligro y que representa el tiempo que tiene la madre para reaccionar y proteger. Una imagen potente de cómo la maternidad puede vivirse bajo la idea de rescatar permanentemente a los hijos.
Sobreprotección materna: señales y efectos
La sobreprotección materna implica un control desmedido sobre lo que el niño piensa, siente o hace, muy por encima del riesgo real según su edad y contexto.
Señales comunes de sobreprotección:
- Resolver inmediatamente cada problema del niño sin darle espacio para intentarlo solo.
- Impedir que tome decisiones apropiadas a su edad por miedo a que se equivoque.
- Vigilancia constante sobre su paradero y actividades.
- Dificultad para separarse o dejarlo con otros adultos de confianza.
Aunque nace del deseo de proteger, puede tener efectos negativos: los niños desarrollan dependencia emocional, baja autoestima y poca capacidad para enfrentar frustraciones o resolver problemas por sí mismos. Con el tiempo, la madre o quien ocupe el rol de cuidado de los hijos también puede sentir un desgaste emocional persistente y la sensación de no estar siendo suficiente para garantizar seguridad.
.webp)
Criar sin miedo: herramientas para recuperar la calma
Criar sin miedo no es sinónimo de descuidar, sino de cuestionar si el cuidado está basado en la confianza o el temor. El enfoque de trust-based parenting (crianza desde la confianza) propone un modelo opuesto al de una maternidad guiada por el miedo: permitir que los hijos tomen decisiones dentro de límites seguros y enseñarles a regular sus emociones en lugar de evitarlas.
Estrategias prácticas para aplicarlo:
- Cuestionar los propios miedos: Revisalos (“y si le pasa algo”, “sin mí no puede estar seguro”) y explora si tienen más que ver con inseguridades tuyas que con peligros reales.
- Autonomía con acompañamiento: Dejar que el niño resuelva pequeños conflictos o tome decisiones adecuadas a su edad fortalece su autoestima y disminuye la dependencia materna.
- Establecer límites con respeto y coherencia: Un estilo de crianza basado en la confianza mantiene normas claras, coherentes y explica su sentido, fortaleciendo la disciplina sin autoritarismo.
Adoptar este enfoque no implica descuidar la seguridad del niño, sino transformarla en una oportunidad de aprender y crecer. Cuando reemplazamos el miedo por la confianza, no solo damos espacio para que los hijos se desarrollen, sino también para que las madres recuperen serenidad emocional.
Reflexión final: Lo que nos recuerda Distancia de rescate
La novela nos enfrenta a una pregunta incómoda: ¿hasta dónde llega proteger y dónde empieza vivir con miedo?
Ese “hilo invisible” que une a madre e hijo puede ser un lazo de amor o una cadena perpetua. Aflojarlo significa aprender a confiar: en nosotras, en nuestros hijos y en que la vida también enseña, incluso cuando no podemos prever todo.
Criar sin miedo es permitir que ese hilo siga uniendo, pero sin sofocar ni impedir que ellos aprendan a caminar por sí mismos.
¿Qué tan tenso sientes tu “hilo de rescate”?
En este artículo encontrarás
Si estos temas de la vida cotidiana te interpelan, te invitamos a sumarte a nuestro Club de Lectura, donde exploramos historias como esta para repensar juntos la vida, los vínculos y la salud mental.