¡Acepta nuestras cookies! Sí, entendemos que ver este anuncio en cada web que visitas puede ser agotador, pero es necesario. Puedes consultar nuestra Política de Privacidad para más detalles, y también decidir qué cookies aceptar.

29/4/2025

Minutos de lectura:

5

Heridas que no se nombran: lo que A Real Pain nos muestra sobre el silencio familiar y la salud emocional

¿Todo lo que callamos desaparece? En este artículo reflexionamos sobre cómo el silencio en torno al dolor puede transmitirse entre generaciones. Tomamos la película A Real Pain como punto de partida para explorar el trauma transgeneracional y su influencia en nuestra identidad emocional.

Escrito por

Equipo Psi Mammoliti

Un viaje físico... y emocional

A Real Pain puede parecer una simple road movie entre dos primos que viajan a Polonia tras la muerte de su abuela. Pero lo que sucede en ese recorrido va mucho más allá: se transforma en una confrontación profunda con el dolor intergeneracional y el duelo silenciado.

David y Benji, sus protagonistas, no podrían ser más distintos. Uno reprime; el otro incomoda. Pero ambos encarnan dos formas muy reales de habitar el dolor emocional. Y en ese contraste, aparece una pregunta que atraviesa toda la película: ¿Cómo enfrentamos lo que no se dijo, pero se siente?

¿Qué es el trauma transgeneracional?

El trauma transgeneracional hace referencia a aquellos dolores no elaborados —guerras, migraciones forzadas, pérdidas, violencia— que, al no haber sido hablados o procesados, se transmiten emocionalmente a hijas, hijos, nietos y nietas.

No se trata de una herencia genética, sino de una transmisión emocional, inconsciente y vincular. Quienes nacen en esas familias muchas veces perciben que hay algo que falta, que no se dice, pero que está ahí: en los gestos, en las reglas implícitas, en los silencios que pesan más que cualquier palabra.

¿Cómo se hereda el dolor?

La ciencia ya ha demostrado que los traumas pueden dejar marcas incluso a nivel genético (lo que se conoce como epigenética del trauma). Pero incluso sin entrar en lo biológico, el aprendizaje emocional se transmite.

🔹 ¿Se puede llorar? ¿Se puede pedir ayuda? ¿Se puede hablar de lo que duele?
En muchas familias, la respuesta ha sido el silencio.

“Somos una mezcla de recuerdos prestados y dolores heredados”, dice uno de los personajes. Y en esa frase está contenida una verdad que va más allá del guión: a veces estamos cargando con dolores que no son solo nuestros.

Cuando no hay espacio para hablar de lo que duele, el dolor busca otras formas de salir: enojo, ironía, desconexión, ansiedad. El cuerpo y la mente registran lo que el relato intenta borrar.

¿Cómo impacta lo no dicho en la identidad?

Cuando en una familia no se habla del dolor, suele aparecer una sensación de que algo pasó, aunque no se sepa exactamente qué. Eso puede generar:

  • Confusión emocional: dificultad para identificar o expresar lo que se siente.
  • Culpas que no se entienden: sentirse en deuda sin saber por qué.
  • Autoexigencia o insatisfacción crónica: como si nunca fuera suficiente.
  • Miedo a conectar emocionalmente: por temor a que el vínculo duela.

Las emociones no desaparecen por no nombrarlas. Al contrario: necesitan ser reconocidas para poder transformarse.

La depresión no siempre se nombra

Una de las capas más profundas de A Real Pain es cómo representa el malestar psíquico sin ponerle nombre. Nadie dice explícitamente “estoy deprimido”, pero las señales están ahí: apatía, evasión, sarcasmo, desconexión.

📌 En este video, analizamos cómo la película visibiliza formas sutiles —pero igual de reales— del sufrimiento emocional:

🎥 A Real Pain y la depresión que no se dice | Psi Mammoliti

Benji no expresa su dolor con palabras claras. Lo hace con humor incómodo, con gestos impulsivos, con silencios que duelen. Su forma de pedir ayuda es indirecta… pero es un pedido real.

Este tipo de representaciones nos invitan a ampliar la mirada sobre la salud mental. Porque la tristeza no siempre se ve como lágrimas, y el sufrimiento no siempre se expresa con palabras.
🔹 A veces se esconde detrás de una risa, de una frase incómoda, o de una necesidad urgente de incomodar para no sentir el vacío.

¿Cómo romper con la herencia del silencio?

A lo largo del viaje, David y Benji no solo enfrentan el pasado de su familia. También se enfrentan entre ellos, y con ellos mismos. En una escena clave, David dice:

“Quiero preguntarle cómo una persona que es fruto de mil milagros tiene una sobredosis.”

Esa frase, cargada de incomprensión y ternura, refleja una tensión muy real:
🔹 ¿Cómo comprender a quien sufre, cuando creemos que no debería?
🔹 ¿Cómo acompañar, cuando no sabemos qué hacer?

A Real Pain no ofrece respuestas simples. Pero sí deja algo claro: acompañar no es resolver, es no irse. A veces, lo más importante no es tener las palabras, sino quedarse. Incluso en silencio.

Reflexión final

Esta película nos recuerda algo fundamental: el dolor no siempre tiene una forma visible. A veces se ríe. A veces incomoda. A veces se transforma en una cáscara irónica que solo esconde una herida.

  • ¿Cuántas veces juzgamos a alguien por no expresar su sufrimiento como esperamos?
  • ¿Qué parte del dolor que sentimos es realmente nuestra? ¿Y qué parte la heredamos?
  • ¿Podemos construir un nuevo relato donde sí se pueda hablar?

A Real Pain nos invita a mirar hacia atrás —pero también hacia adentro—. Y quizás, a partir de ese viaje, empezar a construir nuevas formas de acompañar, sentir y sanar.

En este artículo encontrarás

A Real Pain aborda el trauma transgeneracional y cómo el dolor emocional no procesado se transmite a través de generaciones, impactando la identidad y las relaciones. La película muestra cómo el sufrimiento puede manifestarse de maneras sutiles, como la depresión no nombrada, y nos invita a reflexionar sobre el poder del silencio y la importancia de acompañar, no resolver.

Artículos relacionados

Blog

Guía de recomendaciones para desarrollar vínculos familiares sanos

Blog

Cómo ayudar a alguien con depresión: lecciones del testimonio de un actor de ‘Merlí’

Blog

Responsabilidad afectiva: Qué es y cómo comenzar a practicarla