Qué son los lenguajes del amor y por qué se hicieron tan conocidos
La teoría de los 5 lenguajes del amor fue propuesta por Gary Chapman, se convirtió en un fenómeno editorial desde su publicación en 1992. Su libro se convirtió en un fenómeno editorial, traducido a más de 50 idiomas y leído por millones de personas. Desde entonces, sus conceptos se difundieron en redes sociales, sesiones de pareja y conversaciones cotidianas.

Según esta teoría, cada persona tiene una forma predominante de expresar y recibir amor, y conocer esa forma (la propia y la del otro) sería la clave para mejorar los vínculos.
Los 5 lenguajes que propone Chapman son:
🔹 Palabras de afirmación
Frases que expresan aprecio, elogios o reconocimiento verbal: “Gracias por lo que hiciste hoy, me hizo sentir muy cuidad@.”, “Estoy orgullosa/o de vos.”
🔹 Tiempo de calidad
Compartir momentos significativos, sin distracciones: salir a caminar sin el celular, charlar durante la cena o mirar una película abrazados sin interrupciones.
🔹 Actos de servicio
Hacer cosas por la otra persona como forma de demostrar afecto: preparar el desayuno, encargarse de un trámite que al otro le cuesta, ayudar con una tarea sin que te lo pidan.
🔹 Regalos
Gestos simbólicos que expresan “pensé en vos”, sin importar el valor económico: dejar una nota sorpresa, regalar una flor del jardín, traerle a alguien su snack favorito.
🔹 Contacto físico
Expresar cariño a través del cuerpo: abrazos, besos, caricias o simplemente estar cerca: tomarle la mano a tu pareja cuando está ansios@, dar un abrazo al llegar a casa.
¿Qué dice la psicología sobre los lenguajes del amor?
Aunque el planteo es simple y genera reflexión, la investigación científica tiene observaciones importantes. En una revisión publicada en Current Directions in Psychological Science, la psicóloga Emily Impett y su equipo concluyen que los pilares de esta teoría no tienen evidencia suficiente que los respalde.
Algunos puntos que destacan:
- La mayoría de las personas no tienen un único lenguaje del amor, sino que se vinculan con varios.
- Hay muchas otras formas de expresar amor que no entran en estas cinco categorías.
- No hay evidencia clara de que compartir el mismo “lenguaje” mejore automáticamente la relación.

Entonces… ¿vale la pena conocerlos?
Sí, conocerlos puede ser útil como punto de partida. El valor de esta teoría está en que invita a hacernos preguntas:
🔹 ¿Cómo me gusta demostrar amor?
🔹 ¿Cómo me doy cuenta de que el otro me quiere?
🔹 ¿Hay formas de amor que me cuesta reconocer?
Pero si se aplica de forma rígida o como una regla absoluta, puede generar más confusión que claridad. Ninguna teoría debería reducir algo tan complejo como el amor a una sola fórmula.

Usos saludables (y no tanto) de esta idea
🔹 Puede ayudar a abrir conversaciones que muchas veces no nos animamos a tener ni con nosotr@s mism@s: qué necesitamos, qué nos hace sentir valorad@s, cómo podemos acompañarnos mejor.
🔹 Puede ser riesgoso si se usa como una receta mágica. Por ejemplo, cuando alguien intenta “hablar el lenguaje del otro” sin considerar sus propios límites o necesidades. En esos casos, el intento de conexión puede terminar generando frustración o distancia.
Porque el problema no siempre es no entender el lenguaje del otro… a veces es no animarse a expresar el propio.
¿Querés conocer tu forma de dar y recibir amor?
En Psi Mammoliti creamos una herramienta para ayudarte a explorar cómo te vinculás afectivamente y qué tipo de gestos suelen resonar más con vos.
📌 Hacé el test de los lenguajes del amor y descubrí cuál (o cuáles) son tus formas preferidas de expresar y recibir cariño.
Reflexión final
Si alguna vez te pasó sentir que hacés todo por tu pareja, tu amig@ o un familiar y parece que no lo reciben como esperas… quizás el problema no sea cuánto amor das, sino cómo lo expresas.
El amor no es igual para todos. No es un molde universal. Lo que para vos es una muestra enorme de amor, para tu pareja puede ser un detalle más en la rutina. Y no porque no te ame, sino porque quizás su forma de recibir amor es diferente a la tuya. Y eso está bien.
No hace falta encajar en una teoría para amar bien. A veces, lo más importante no es dar “lo correcto”, sino animarse a preguntar: ¿cómo te sentís amado o amada? y ¿qué necesitás de mí?
Más que encontrar el lenguaje perfecto, se trata de tener la voluntad de entendernos. Y de estar disponibles para aprender, desaprender y volver a intentar.
En este artículo encontrarás
El amor no necesita fórmulas. Necesita presencia, escucha y ganas de conectar, de verdad.