Cuando el amor se parece al miedo
La escena es casi romántica: alguien te mira, te busca, te dice que haría cualquier cosa por vos. Pero algo no cierra. Hay tensión en el cuerpo, algo que se enciende. ¿Esto es amor… o control disfrazado?
La serie You, uno de los fenómenos de Netflix, se mete justo en ese terreno incómodo: el de los vínculos que parecen románticos, pero están atravesados por la manipulación, el trauma no resuelto y la violencia emocional. Y lo hace de una forma que incomoda, pero también invita a pensar.
Desde la psicología, esta ficción nos da una excusa perfecta para abrir una conversación necesaria:
- ¿Cómo impacta nuestra historia en nuestras formas de amar?
- ¿Qué señales no deberíamos normalizar en una relación?
- ¿Y por qué es tan fácil romantizar el daño cuando viene acompañado de palabras lindas?
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Lo que no se nombra, se actúa: trauma y vínculos
Joe, el protagonista, no ama: controla, invade, manipula. Y lo hace convencido de que está cuidando. Detrás de su discurso amoroso, lo que aparece es el eco de una historia llena de heridas no elaboradas, de abandono, de violencia infantil.
Desde la psicología, sabemos que el trauma que no se trabaja, se repite. No como excusa, sino como explicación: lo que duele y no se nombra muchas veces se actúa, especialmente en los vínculos más cercanos.
El problema es cuando eso se disfraza de romanticismo. Porque si lo que aprendí es que amar es perderme en la otra persona, controlar o ser controlad@ puede parecerme normal. Y ahí se vuelve urgente poder ver, nombrar, elegir distinto.
Señales de alerta: lo que parece amor, pero no lo es
A veces cuesta verlo. Sobre todo cuando la relación empezó con intensidad, gestos románticos, frases que suenan a película. Pero el amor no debería doler, ni dar miedo, ni aislarnos de quienes somos.
Estas son algunas señales que pueden indicar que algo no está bien, aunque no haya violencia física:
- Control disfrazado de cuidado: te revisa el celular, quiere saber con quién hablas, decide qué haces “por tu bien”.
- Invasión de tus espacios: se aparece sin avisar, se ofende si necesitas tiempo a solas, exige acceso a tu intimidad como “prueba de amor”.
- Culpa constante: te hace sentir que todo lo malo que pasa es tu responsabilidad. Si se enoja, si se aleja, si te cela… siempre es “porque vos hiciste algo”.
- Aislamiento progresivo: empiezas a alejarte de tus amig@s, de tu familia o de cosas que disfrutabas, porque él o ella no las aprueba.
- Inestabilidad emocional extrema: pasa de idealizarte a despreciarte, sin términos medios. Nunca sabes con qué versión suya te vas a encontrar.
Ninguna de estas actitudes es una muestra de amor. Son formas sutiles —o no tanto— de violencia emocional. Y es importante poder nombrarlas para empezar a salir del círculo. Este test de codependencia emocional puede ayudarte a explorar cómo estás habitando tus vínculos hoy.
Trauma no abordado: comprender, sin justificar
Lo que Joe vivió, lo que no pudo procesar, lo que quedó sin elaborar… se transformó en una forma de vincularse que hace daño.
Muchas veces, el trauma no tratado —abandono, abuso, negligencia, violencia— se filtra en los vínculos. Puede tomar la forma de celos intensos, necesidad de control, miedo al abandono, dependencia emocional.
Pero es importante ser claros: comprender el origen de un comportamiento no lo vuelve aceptable. La empatía no debe confundirse con justificación. El trauma puede doler, pero nunca habilita a dañar.

¿Y si me reconozco en esa situación?
Tal vez al ver You sentiste incomodidad. O tristeza. O miedo. Porque algo de lo que ves te resuena. Quizás no es una historia igual, pero hay escenas que te hacen ruido.
Si te encontrás en una relación donde hay control, manipulación, invalidación o miedo, eso no es amor. Y aunque no siempre sea fácil nombrarlo, hay cosas que pueden ayudarte:
- Escuchá tu incomodidad. Si algo de lo que vivís te genera angustia, ansiedad o confusión, eso ya es una señal. Lo que sentís es válido, aunque no puedas explicarlo del todo.
- Hablalo con alguien de confianza. Compartir lo que vivís puede ayudarte a ver más claro. A veces, lo que naturalizamos se vuelve visible cuando lo decimos en voz alta.
- Buscá acompañamiento profesional. No tenés que resolverlo sol@. Un espacio terapéutico puede darte contención, perspectiva y herramientas para decidir desde el cuidado.
Reflexión final: no todo lo que parece amor, lo es
You muestra una cara del amor que se parece al cuidado, pero es control. Pero también, de algún modo, nos espeja. Y nos invita a preguntarnos:
¿Qué tipo de amor estamos normalizando? ¿Qué ideas heredamos sobre lo que deberíamos aguantar? ¿Qué historias seguimos contando sobre lo que es querer y dejarnos querer?
En este artículo encontrarás
Conocer nuestras heridas, entender nuestro patrones y pedir ayuda no es señal de debilidad: es el primer paso para construir vínculos más sanos.
🎧 Si este tema te toca de cerca, tenemos un episodio que habla de esto “T4 E2: ¿Te cuida o te controla?” en Psicología al Desnudo.