Por el contrario, tener una buena cantidad y calidad de sueño puede ayudarnos a sentirnos más descansados/as, con más calma y más capaces de enfrentar los desafíos del día a día.
¿Cuánto sueño necesitamos?
Es importante tener una idea de cuánto sueño necesitamos para sentir que hemos descansado y poder funcionar de manera óptima. Aunque las necesidades de sueño varían de persona en persona, hay algunas recomendaciones generales sobre la cantidad de sueño necesaria según la edad.
Para personas adultas mayores de 18 años, se recomienda dormir al menos 7-9 horas por noche.
Aún así, hay algunos factores que pueden afectar la cantidad de sueño necesaria. Por ejemplo, si hacemos ejercicio regularmente, es posible que necesitemos un poco más de sueño para recuperarnos. También es posible que necesitemos más sueño si tenemos un trabajo o un estilo de vida más estresante o exigente. Si, al revés, tenemos un estilo de vida más relajado y no hacemos ejercicio regularmente, es posible que necesitemos un poco menos de horas de sueño.
Lo más importante es prestar atención a nuestro propio cuerpo y a cómo nos sentimos después de dormir diferentes cantidades de tiempo. Si nos sentimos bien y alertas durante el día, es probable que estemos durmiendo lo suficiente. Si tenemos poca energía durante el día, es posible que necesitemos dormir un poco más.
Cómo mejorar la calidad del sueño
Una vez que sepamos cuánto sueño necesitamos, podemos trabajar en mejorar la calidad de nuestro sueño para sentirnos bien y mejorar nuestro equilibrio emocional. Aquí hay algunos consejos para mejorar la calidad del sueño:
- Establecer una rutina de sueño consistente: tratar de acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, puede ayudar a regular nuestro ciclo de sueño y hacer que sea más fácil conciliar el sueño.
- Evitar la exposición a la luz azul antes de dormir: la luz azul, que se emite por dispositivos como teléfonos móviles, tabletas y computadoras, puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el sueño. Tratar de evitar la exposición a la luz azul durante al menos una hora antes de acostarse puede mejorar la calidad del sueño.
- Mantener un ambiente de sueño agradable: una habitación fresca, oscura y tranquila puede ayudar a promover un sueño reparador. También puede ser útil utilizar un ventilador o un humidificador para crear un ambiente más cómodo.
- Evitar consumir estimulantes cerca de la hora de dormir: la cafeína y el alcohol pueden interferir con la capacidad de conciliar el sueño y mantener un sueño profundo y reparador. Tratar de evitar consumir estos estimulantes durante al menos una hora antes de acostarse puede mejorar la calidad del sueño.
- Practicar técnicas de relajación antes de acostarse: la meditación, el yoga y la respiración profunda son algunas técnicas de relajación que pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo y facilitar el sueño. Tratar de incorporar alguna de estas técnicas en nuestra rutina antes de acostarnos puede ser muy beneficioso para la calidad de nuestro sueño.
En este artículo encontrarás
Al establecer una rutina de sueño consistente, evitar la exposición a la luz azul antes de dormir, mantener un ambiente de sueño agradable, evitar consumir estimulantes cerca de la hora de dormir y practicar técnicas de relajación, podemos mejorar la calidad de nuestro sueño y, por lo tanto, nuestro equilibrio emocional.
Sin embargo, no debemos ignorar que mejorar la calidad del sueño puede llevar tiempo, y puede ser útil experimentar con diferentes estrategias para ver cuáles funcionan mejor para cada persona. También es importante ser pacientes y tener en cuenta que no todas las noches serán perfectas. Lo más importante es hacer un esfuerzo consciente por mejorar nuestro sueño y ser consistentes en nuestros esfuerzos.
¿Necesitas ayuda para mejorar tu rutina de sueño? Accede a nuestra mini guía para dormir mejor.